En esta entrada queremos contar una experiencia muy bonita que estuvimos haciendo en clase de plástica hace ya algunas semanas.
Este año nos hemos propuesto enseñar a expresar sentimientos y emociones. No es fácil ya que no nos enseñan a decir lo que pensamos, en ocasiones no está bien visto o no queremos escuchar lo que los demás piensan, además eso no viene en los libros. Pero es importante que nuestros niños aprendan a expresar sus sentimientos y así facilitar el camino hacia la felicidad.
Una de las actividades más bonitas que hicimos fue la siguiente:
En papel continuo colocamos las bandejas de los rotuladores, explicamos que iba a ir sonando diferentes músicas y que lo que debían hacer es cerrar los ojos y mover los rotuladores según sintieran. Según les dijera el corazón. Por que el corazón nos habla y hay que aprender a escuchar lo que nos dice.
Cada música fue diferente, alegre, melancólica, serena, movida...Lo más bonito fue ver como disfrutaban con la actividad. Cada niño y grupo funcionó de una manera.
Hay niños que no eran capaces de dibujar garabatos sin sentido aparente, tenían miedo a no hacerlo bien. Pero de lo que se trataba es de dibujar con el corazón y no fijarnos en la estética del dibujo. Otros chicos empezaron de forma cohibida pero después se soltaron y se lo pasaron "pipa". Muchos experimentaron sensaciones muy bonitas incluso pudieron evadirse del lugar e imaginarse lugares o situaciones con la ayuda de la música.
Fue una experiencia preciosa, que a las profes nos ha ayudado mucho a conocer más a nuestros alumnos, tanto de forma individual como a nivel de grupal.
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