Os deseamos un feliz día de la madre. Esperamos que os guste el regalito.
Seguro que nunca os han regalado un bolso tan lleno de amor como este. Gracias también a Carmen Gil por darnos estas poesías tan bellas y a la vez tan sencillas.
Los niños han puesto mucha ilusión y ganas, se han esmerado con la letra y el resultado ha sido espectacular. Las tutoras hemos destacado lo mucho que les ha gustado hacer el trabajo y los comentarios tan llenos de cariño cuando hablaban de sus madres, por el contrario otros se quejaban de lo "regañonas que eran" pero terminaban diciendo que las querían muchísimo. Otros no entendían porque hay que decirles el día de la madre que las quieres cuando ellos se lo dicen todos los días del año. ¡Son maravillosos! (Podéis contarnos que os ha parecido el detalle y que os han dicho los niños).
Dándo un repaso a los blogs que sigo me he encontrado esta mañana con una entrada preciosa en la que Amalia en su blog "diario de una mamá pediatra" ha sabido explicar a la perfección el "subidón" de autoestima que nos dan nuestros hijos.
Dejo aquí el párrafo y la dirección, por si quereís leer la entrada completa.
Nuestros hijos también nos enseñan a querernos. Nos regalan autoestima. Sencillamente por su amor incondicional hacia nosotros, por esa confianza ciega que tienen aunque seamos imperfectos diariamente, porque hasta los peores padres del mundo son los mejores para sus hijos.
Cuando tienes a tu hijo en brazos por primera vez no es difícil sentir un poco de vértigo. De repente hay una persona que depende de ti completamente y no sabes si serás capaz de cuidarle y atenderle como se merece. Poco a poco vas descubriendo que sí, y que nadie mejor que tú para cuidarle y para quererle. Te ves a ti misma como la misma joven que eras pero mucho más capaz y mucho más persona. Y eso nos hace crecer y querernos más, aceptarnos con nuestros defectos y virtudes, e intentar ser mejores cada día.
Y luego están esos momentos en los que te dicen sin venir a cuento "¡¡guapa!!" o como me regaló hace unos días mi pequeña en el momento del beso de buenas noches: "mamá, eres genial". Entonces ya eres la mujer más feliz del mundo y te quieres -y las quieres- como nunca.
Cuando tienes a tu hijo en brazos por primera vez no es difícil sentir un poco de vértigo. De repente hay una persona que depende de ti completamente y no sabes si serás capaz de cuidarle y atenderle como se merece. Poco a poco vas descubriendo que sí, y que nadie mejor que tú para cuidarle y para quererle. Te ves a ti misma como la misma joven que eras pero mucho más capaz y mucho más persona. Y eso nos hace crecer y querernos más, aceptarnos con nuestros defectos y virtudes, e intentar ser mejores cada día.
Y luego están esos momentos en los que te dicen sin venir a cuento "¡¡guapa!!" o como me regaló hace unos días mi pequeña en el momento del beso de buenas noches: "mamá, eres genial". Entonces ya eres la mujer más feliz del mundo y te quieres -y las quieres- como nunca.
Lee la entrada completa.
ME A PARECIDO PRECIOSO AUNQUE EL MIO LLEGO CON RETRASO PORQUE NO LO ENCONTRABA .Y LA POESIA MUY EMOTIVA
ResponderEliminarMe alegro mucho que te gustara, aunque llegara un poco tarde. Como ya sucedió con el día del padre, en estos trabajos se esmeran mucho y los resultados son buenísimos. Luego en las fichas de clase se relajan un poquito y salen algunas letras "bailongas".!Tú ya me entiendes!.
ResponderEliminarMe alegra mucho que hayas mandado este comentario porque los niños no nos han contado mucho. Gracias por escribirnos y te animo a que los sigas haciendo porque así uno no se siente tan sóla. Además uno de los objetivos del blog es que intercambiemos información.